El 67% de la población mundial seguirá sin tener acceso al agua potable en 2030


Las presiones sobre los recursos hídricos no dejan de aumentar en un mundo cada vez más desarrollado. “Las causas son el crecimiento de la población mundial y sus desplazamientos, el aumento del nivel de vida, los cambios de hábitos en la alimentación y la presión por la producción de biocarburantes”. Así se desprende del III Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo presentado hoy en Nueva York (Estados Unidos).

Dada la fuerte demanda actual de agua en constante aumento, el informe El agua en un mundo en cambio presenta la evaluación global más completa de los recursos de agua dulce del planeta realizada hasta ahora. En esta última edición se pone sobre todo de relieve el papel que este imprescindible líquido desempeña en el desarrollo y el crecimiento económico.

“Por la creciente escasez de agua, un gobierno adecuado es imprescindible para su gestión. La lucha contra la pobreza depende también de nuestra capacidad para invertir en los recursos hídricos”, ha declarado el Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, que el próximo 16 de marzo presentará de manera oficial el informe en Estambul (Turquía), durante la celebración del V Foro Mundial del Agua.

El informe, que se publica cada tres años, afirma que algunos países “están llegando al límite de la explotación de sus recursos hídricos”. A esto se añaden los efectos del cambio climático que agravarán la situación. Por ello, los expertos consideran que la cuestión del agua podría llegar a politizarse debido a “las rivalidades emergentes entre diferentes países, diferentes sectores de actividad, y entre zonas rurales y urbanas”.

En España, el informe alerta que la mayor preocupación es el uso del agua para la irrigación de los campos agrícolas para posteriormente exportar frutas y aceite. Este uso se verá cada vez más cuestionado por el cambio climático, que limitará la disponibilidad de agua. Ante este panorama, España sólo reutiliza el 1,1% de las aguas procedentes del drenaje del agua en la agricultura y destina parte a la desalinización para su uso.

A pesar del incremento de las sequías en España desde 1960, el informe explica que el país está logrando gestionar sus recursos a través de la adaptación. Sin embargo, la UNESCO denuncia que miles de propiedades españolas, sobre todo en Andalucía, “se han creado ilegalmente junto al mar generando una contaminación incontrolada de los recursos hídricos, la degradación de los ecosistemas, una escasa protección ante las inundaciones, la expansión urbana que aumenta las tensiones hídricas, y la sobreexplotación y agotamiento del agua subterránea”.

Fuente: iagua.es

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